segunda-feira, 22 de agosto de 2011

El Venerable Pío XII instituyó la fiesta del Inmaculado Corazón de María del 22 de agosto


Al gran papa y doctor mariano, el venerable Pío XII, consagrado obispo –no por pura casualidad– el 13 de mayo de 1917, día de la primera de las apariciones de Nuestra Señora en Fátima y devotísimo de la advocación bajo la cual la Santísima Virgen manifestó querer ser honrada, a saber, la de su Corazón Inmaculado, se debe la institución de la fiesta de hoy. Publicamos el decreto, poco conocido, de la Sagrada Congregación de Ritos del 4 de mayo de 1944, por el que se extiende a toda la Iglesia con rito doble de segunda clase la Fiesta del Inmaculado Corazón de María, con misa y oficio propios, aprobados por el venerable papa Pacelli.


SAGRADA CONGREGACIÓN DE RITOS

A LA CIUDAD Y AL MUNDO

El culto litúrgico al Corazón de la Santísima Virgen María, cuyos lejanos antecedentes se remontan a los comentarios de los Santos Padres sobre la Esposa de los Cantares y cuyo camino prepararon en la Edad Media y en tiempos más recientes santos varones y mujeres, fue por primera vez aprobado por la Sede Apostólica a comienzos del siglo XIX, cuando el papa Pío VII instituyó la fiesta del Purísimo Corazón de María para todas aquellas diócesis y familias religiosas que la solicitaran, fijando su piadosa y santa celebración el domingo infraoctavo de la Asunción. A mediados de la misma centuria, esta fiesta del Purísimo Corazón de la Santísima Virgen María, que se estaba propagando cada vez más en el orbe católico fue dotado, por mandato de Pío IX y obra de la Sagrada Congregación de Ritos con misa y oficio propios. Además, a este culto al Inmaculado Corazón de la Santísima Virgen María la Iglesia tributó el honor debido toda vez que, bajo el símbolo de este Corazón, se venera con gran devoción la santidad eximia y singular del alma de la Madre de Dios, y especialmente su amor ardentísimo a Dios y a su hijo Jesús, así como su piedad maternal hacia el género humano, redimido por la Sangre divina. Fortalecíase, entre tanto, en las almas tanto de los pastores como de los fieles, el afán y el deseo que la fiesta del Purísimo Corazón de la Santísima Virgen María redundase en el bien común de toda la Iglesia. Por lo cual, el día de la Inmaculada Concepción de 1942, nuestro Santísimo Señor el papa Pío XII, compadecido por los gravísimos sufrimientos con los que son afligidos los pueblos cristianos por causa de la cruel guerra presente, consagró también a perpetuidad al Corazón Inmaculado de la Santísima Virgen y Madre al género humano que ya León XIII había dedicado al Sagrado Corazón de Jesús. Y para que se conservara el recuerdo de dicha consagración decretó que se extendiera a la Iglesia universal la fiesta del Inmaculado Corazón de la Santísima Virgen María, con misa y oficio propios, a celebrarse cada año el día 22 de agosto en lugar de la Octava de la Asunción de la misma Santísima Virgen, con rito doble de segunda clase. Y ello para que, con el auxilio de la Santísima Madre de Dios, obtengan todos los pueblos la paz y la Iglesia de Cristo la libertad, los pecadores, libres de sus reatos, y todos los fieles en fin se hagan fuertes en el amor a la pureza y en el ejercicio de las virtudes. Así pues, secundando estas disposiciones del Santo Padre, el infrascripto cardenal Carlo Salotti, obispo de Palestrina y prefecto de la Sagrada Congregación de Ritos, en la audiencia del día 10 de diciembre de 1943, sometió al mismo Santísimo Señor el esquema del oficio propio y de la misa del Inmaculado Corazón de la Santísima Virgen María. Finalmente, Su Santidad aprobó el esquema presentado y mandó que se lo utilizara para la fiesta del Inmaculado Corazón de la Santísima Virgen María en la Iglesia universal, tal como consta en el ejemplar adjunto. Obsérvese según las rúbricas, sin que obsten cualesquiera que fueren contrarias.

En 4 de mayo de 1944.

C. Card. SALOTTI, Ep. Praen., Prefecto

B. Carinci, Secretario